Masaje Intuitivo
La Intuición
Dentro de la enorme variedad de masajes que existen, el llamado «masaje intuitivo» destaca por ser el que probablemente entre en mayor contacto con el paciente y, de ahí, el que resulta terapéutico en mayor número de niveles.
En el masaje intutivo el terapeuta se deja fluir. No existen estructuras. Es un fluir continuo de contacto entre paciente y terapeuta, y en esta comunicación (silenciosa en la mayoría de los casos) es el propio cuerpo del paciente el que habla y le dice al terapeuta dónde ha de concentrar su atención. Puede resultar un poco extraño, pero la «magia» existe.
Atendemos, entonces, a una tensión muscular, pero también a un bloqueo articular o a una zona que nos demanda atención a nivel emocional, siempre dependerá de las necesidades del paciente, en ese momento. Y de las posibilidades de conexión del terapeuta, del desarrollo de su intuición y de hasta dónde esté dispuesto a «entrar» en el otro. Los límites existen, también, y es conveniente respetarlos.
El tiempo, entonces, no existe, y el masaje dura lo que tiene que durar, exactamente lo que el paciente necesita. La música envuelve, la temperatura es cálida y acogedora, el aroma es sutil… todo ayuda a que paciente y terapeuta se «suelten» y puedan conectar mejor y de manera más íntima.
Se trata de experimentar el contacto, de ser tocado, ahí está el primer y más grande beneficio terapéutico: el contacto libre y sin juicios restaura a niveles energéticos sutiles y no tan sutiles. El paciente experimenta movimientos físicos, emocionales y espirituales que lo dejan renovado y «abierto», por eso es muy importante que el terapeuta masajista sepa y pueda recoger al paciente si éste lo necesita. A veces tocamos momentos emocionales muy importantes para el paciente, conflictos no resueltos, bloqueos fundamentales que hacen necesario que el terapeuta «esté» bien presente para el paciente, como apoyo y soporte.
Dentro de los llamados «masajes intuitivos» podemos encontrarnos con el Masaje Californiano, el Lomi Lomi hawiaiano, el Masaje Gestáltico… la variedad es infinita y única, pues siempre dependerá de los conocimientos técnicos y experienciales del terapeuta y del momento del paciente.
Atrévete a provarlo y experimentar en primera persona este universo de sensaciones.